viernes, 19 de noviembre de 2010

Ellos y nosotros

Nosotros no somos como ellos. No lo digo porque seamos kirchneristas y ellos oposición. Tampoco porque tengan más (dinero) que la mayoría de nosotros. Menos que menos, lo diría basándome en que manejan el 80% de los medios. Las diferencias son aún más profundas que eso. El abismo que nos separa es cultural, es histórico, es social. En realidad, no nos parecemos en nada. No se trata solo de política. Soñamos, caminamos, comemos, bailamos, hablamos,puteamos, abrazamos distinto. Y lo sostengo porque desde ambos lados sabemos como es la cosa. Así que empecemos a sacarnos las caretas.
Podría decir que nos une el amor por Argentina, pero les quedaría demasiado grande. Afirmarlo sería un error irreparable teniendo en cuenta el daño que sus golpes, SU DEUDA y sus intereses económicos le hicieron al país. Así que tampoco puedo concederles eso. No soñamos lo mismo. A ellos se les dibuja una sonrisa cuando en sus mentes adormiladas aparece algún milico prometiéndoles volver. Para nosotros son pesadillas, salvo cuando aparece la imagen de alguna abuela para darnos fuerza. Caminamos distinto. Ellos andan por ahi con la cabeza gacha (salvo cuando están encriptados en sus autos modelo 2010) temiendo que los reconozcan por sus acciones, o por el simple hecho de que les da asco vernos felices. Nosotros en cambio, llevamos la mirada bien arriba, los miramos a los ojos para recordarles que estamos ahi. Comemos distinto. Ellos comen lo que preparamos nosotros. Ya sea porque trabajamos en su casas o porque vienen a nuestras rotiserías. Nosotros, muchas veces comemos sus sobras. Pero ojo, lo hacemos dignamente y no por mucho tiempo más. Si puedo afirmar que lo que lastramos lo ganamos con trabajo, sin cagar a nadie. Bailamos distinto. Ellos no se si bailan, nunca estuve en la creamfield o en una cena del jockey club. Supongo que les debe molestar el baile popular, tocarse, transpirar. Nosotros si nos tocamos, nos empapamos con el sudor del otro y nos encanta. No importa si no hay dj, basta con una radio y un poco de cumbia. Antes de que salten a decir negros de mierda les advierto: fuimos los negros los que consolidamos el rock nacional que ustedes compran. Igual les regalo la oportunidad de contar que son ustedes los que traen a Arjona y los Jonas Brothers. Hablamos distinto. Definitivamente nos expresamos de forma diferente. Para ustedes, un hijo de puta es un pícaro, aquel que a través de la explotación de nosotros, se hizo rico con su empresa. O también, es aquel que anda en su Rolls-Royce ostentando su riqueza heredada, riéndose porque piensa que nosotros somos unos envidiosos porque el puede ir a Miami cuando quiere. Para nosotros, un hijo de puta es un tipo que violó, picaneó y asesinó a una piba embarazada de 21 años que luchaba por un país mejor. Para nosotros hijos de puta son ellos. Para los poco pensantes, mogólico es un insulto común para disminuir a alguien. Para nosotros, un mogólico es una persona con capacidades diferentes, como la de demostar como se hace buena música con Gieco, o evidenciar las limitaciones de quienes tienen todo, y no hacen nada con ello. Abrazamos distinto. Ellos se abrazan cuando sus amigos los bancos les roban el dinero, porque muere alguno de nosotros, o porque se compraron la 4x4. Nosotros, nos abrazamos por todo, porque se fue ese por el que rien ellos, porque encerraron a quien se llevó a muchos de los nuestros, porque nos encanta hacerlo, para que el otro sepa que lo queremos, porque recuperamos un nieto más, porque los pibes van al colegio. Pero la gran diferencia es emocional. Porque tengo que aceptar que no se lo que es pasar hambre, pero a diferencia de ellos, cuando veo que alguien sufre porque no tiene para comer, me conmuevo,ellos no. Somos Distintos.
Después de esta nota no faltará el que use estas líneas para decir que nos encanta dividir, que somos la mierda de este país. La verdad es que siempre estuvimos divididos, solo que ahora nosotros somos más. La verdad es que nunca nos parecimos, lo que sucede es que antes nos podían desaparecer y ahora aparecemos cada vez más. Acepten que nos odian y cuando lo hagan, se van a encontrar con la respuesta de que nosotros no. A nosotros, ustedes nos dan lástima.