martes, 16 de noviembre de 2010

V de Victoria...una más y van....

Si analizo mi historia personal, allá por el 2001 yo tenía 14 años y la verdad no tenía mucha idea de política. Venía de una generación comprada por la mentira, por el verso del uno a uno. Pensaba que ir a Miami era tan fácil como pasar unos días en Capital. Sí recuerdo a mi vieja puteando porque no cerraban las cuentas, maldiciendo a la policía por la represión que les costó la vida a Kosteki y Santillán. Todavía tengo en las pupilas el reflejo de mi viejo diciéndome que este país se venía abajo, que nos teníamos que ir al exterior, que la decisión estaba tomada. Todo era incertidumbre, para mis viejos nos íbamos y punto. Aunque yo no tenía conciencia política, no era crítico con la realidad y no pensaba demasiado en el sentido estricto de la palabra, me planté un día y les dije que a mi me sacaban muerto de Argentina. Y lo dije tan serio que vi que sus ojos temblaban. Todavía Néstor Kirchner no era nada, ni nadie para mi. Pero había algo en el aire, algo en el cielo, que me permitía vaticinar que no siempre serían todas malas, que alguien tenía que cambiar esto. Lo cierto, es que las dos palabras que más sonaban por aquellos años eran Deuda externa, y el pronóstico más difundido en aquel momento sostenía que era imposible pagarla. Como iba a creer yo, que después de 9 años las cosas cambiarían.
Lo cierto es que en medio de la vorágine que se esta viviendo en torno al presupuesto del ejecutivo para el 2011, Cristina anunció ayer en un emotivo discurso, otra victoria no solo para quienes creemos y apoyamos su gestión, si no también para todos los argentinos. Después de tanto tiempo estamos ante la posibilidad de salir del default, y lo que emociona más, lo haremos de forma digna, bajo nuestras condiciones, no las de otros, no las de ellos.
No creo y lo afirmo con sinceridad, que ni siquiera el más optimista de los argentinos creía en el 2001 que la deuda podía pagarse, y mucho menos, que podíamos hacerlo de forma autónoma, sin arrodillarnos ante los grandes organismos internacionales.
Luego de nueve años, las autoridades del Club de París aceptaron abrir una negociación para la cancelación de aproximadamente 6000 millones de dólares, pero bajo la condición exigida por Argentina: la no intervención del Fondo Monetario Internacional en la operación. Se que molesta Lilita, que sentis picazón Mauricio, que no dormiste muy bien Magnetto, pero logramos otra victoria, Argentina sigue creciendo a pesar de sus palos en la rueda. Y lo más importante, esta vez el desendeudamiento, no será a través del hambre del pueblo, si no a partir de los excesos que poco a poco irán generando las políticas de inclusión social. Otra victoria de Cristina, otra victoria de Néstor, otra victoria de Argentina

Mauro sturman

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